viernes, 27 de agosto de 2010

Hola, soy la Madre Naturaleza (?)


Siempre me gustaron los animales. Mucho.
Y siempre me encontraba con cuanto bichito de Dió haya desperdigado por la vida, sea lombrices, caracoles, bichos bolita, hormigas, cascarudos, lagartijas, salamancas, sapos, víboras y obviamente perros y gatos.

Y desde muy pequeña, me los traía a TODOS a casa. Lástima que no me duraban mucho tiempo.

A los 4 años, ya me había hecho amiga íntima de muchos de ellos,
Era una época en la que luchaba por los derechos de los sapos, caracoles y lombrices. Solo por el hecho de que nadie los quería. Entonces yo los quería mucho, por todo lo que no los querían los demás.
Por ejemplo, si iba caminando y me encontraba un caracol en medio del camino, me agachaba, lo levantaba y lo llevaba al potus de la abuela Pope, para que nadie los pise. (Imaginensé los gritos de la Pope : "¡Caracoles guachos de porquería que me comen el potus!"
Y si nó me los traía a la ventana de mi cuarto y los acercaba al vidrio hasta que se peguen y entonces los hacia correr carreras... y me pasaba horas mirando como dejaban hilos de baba y se hacian dibujitos en el vidrio. Yo tenía la teoría que estaban decorando la ventana y así iba a ser más divertido mirar para afuera.



Ahora las lombríces eran una incognita para mi. Porque nunca sabía cual era la cabeza y cual era la cola. Por lo tanto me pasaba hooooras examinándolas, agachadita, sin hacer ruido. Las agarraba a dos, y las metia en un frasco para que tengan lombricitas. Pooobres, capaz eran dos machos. No se sabía, porque la lombríz no es un animal al que le puedas levantar las patas y mirar si es nene o nena; pero lo que si, es que se retorcian como locas. Así que tan mal no la pasaban. Ojo... de todos modos hoy en día existe la Unión Civil, así que sería todo más que legal.


La próxima les cuento mi relación con los sapos.


4 comentarios:

  1. Ay ella, hace un update bichezco y pone pececitos que se mueven.
    Vos practicabas el Greenpeace infantil con los caracoles, mientras yo (tu antítesis) era felíh pisando lo' bicho'. Amaba ese "crunch". En realidad todavía lo amo, cuando veo uno mis pies se van solos arriba del caracol y lo hago cagar^^.
    Obviamente, llenaba hormigueros de agua desde la manguera. O le afanaba la lupa a Ernesto y me iba a calcinar hormigas a la luz del sol.

    ¡Qué bella la niñez!

    ResponderEliminar
  2. Todavía no entiendo que es lo que nos unió como amigas.
    Igual te amo, claramente.
    (?)

    ResponderEliminar
  3. Tengo miedo de saber más.
    Igual me dió mucha ternura que te lleves tan bien con los bichos. ♥

    ResponderEliminar
  4. Es que en el fondo soy buena. Por eso vivo a media cuadra de la puerta que da a la calle. (?)

    ResponderEliminar

Si comentás, somos todos felices. Si no comentás te violará una vaca loca y te caerás en un pozo lleno de caca. Elegí tranqui... no te meto presión (?)

Amiguis (?)