Buenos días. Mi nombre es Yó.- ¿En qué le puedo ayudar?

Básicamente, eso es lo que pregunto todos los días en el trabajo. ¿Para qué? Para que me respondan barrabasadas.

Trabajo como administrativa de O.S.E.C.A.C, la Obra Social de los Empleados de Comercio, dando turnos por teléfono, entre otras cosas. La cuestión que en el día a día, surgen cosas como estas:

Yó.-: “Un turno para ginecología… ¿Es para una consulta o un estudio?”

Beneficiario: “No. Es mi médica de cabecera.”

Respuesta mental: (Ah, OK. Ahora... ¿Me podrías contestar lo que te pregunté?)

Y: “Un turno para ginecología… ¿Es para una consulta o un estudio?”

B: “Voy solo a entregar”

(Seguramente debía ser un doctor que era un papitirrungui. Pero tampoco era para que me lo diga tan abiertamente)

B: “Me darías turno con el OtorrinGo”

(¿Y eso qué vendría a ser? ¿Un médico que te destape los oídos con música de los Beatles? ¿Será el Dr. Robert? Jodido encontrar turno con este especialista.)

Y: “¿Me podría dar un número de teléfono?”

B: “¿Te paso el MOVICOM de mi hijo?”

(Y si. Es evidente que su hijo no sabe que hacer con ese ladrillo, se lo quiere encajar a alguien para poder comprarse un celular touch y la tiene amaestrada a usted para que lo ofrezca. Pero no. Por ahora déme el número nada más…)

Y: “¿Prefiere el turno por la mañana o por la tarde?”

B: “Si. Yo soy la abuela.”

(Aaaajaaam. ¿Pero prefiere el turno por la mañana o por la tarde?)

B: “Necesito un turno con la ginecóloga”

Y: “¿Con la primera disponible o con alguna en particular?”

B: “Con la mía, dame. Porque necesito que me recete algo para el dolor de muela”

Y: O.o “Pero ¿Usted está embarazada?”

B: “No. Pero a ella la conozco y le tengo confianza.”

(Debe ser que tiene dientes en su parte pudenda. De otra manera no me cabe en la cabeza)

B: “Te llamo para cancelar un turno”

Y: “¿Lo cancelo solamente o lo cambiamos para otro día?”

B: “No. Cancelámelo solamente. Y dame un nuevo turno para otro día.”

(Ok… pongámonos de acuerdo)

B: “Hola… te llamo para pedir un remís?”

(Ah bueh…)

Y la peor de todas… que me enferma la cabeza Y QUIERO QUE TODOS LOS BENEFICIARIOS DE OSECAC QUE LEAN ESTE BLOG Y QUE LLAMEN PARA PEDIR TURNO LO TENGAN EN CUENTA EN SUS FUTUROS LLAMADOS...

Yo aseguro: El PRIMER TURNO DISPONIBLE es para tal fecha…

Y el Beneficiario hace esa pregunta. Esa pregunta que hace que quieras ir a buscarlo y samarrearlo del cuello de la camisa y acto seguido, sopapearlo 3 o 4 veces con la mano abierta: “¿Antes no tenés nada?”

Uno puede entender que se sienta mal y que quiera el turno para ayer. Pero si le digo que le estoy ofreciendo el PRIMER turno disponible, no pregunte si tengo para antes. ¿Acaso creen que me los guardo todos para mí? ¿Que tengo fetiche con los turnos y los colecciono para mi placer personal?

Una cosa de locos. Porque encima te dicen que se están muriendo, que es urgente, que no pueden esperar tanto, y por ahí justo en medio de la llamada, hubo otro que canceló un turno para esa especialidad.

Entonces le decís: “Mire señora. Acaban de cancelar un turno para mañana a las 5 de la tarde, en tal lado”.

Y te contestan: “Ay, no… mañana no puedo. Me tengo que ir a depilar”.

¡ENTONCES NO TE ESTÁS MURIENDO, HIJA DE MIL... TOMÁ EL TURNO QUE TE ESTOY DANDO Y DEJATE DE JODER!

Ojo. Uno entiende a la gente, porque si de salud se trata, hay que tener paciencia, ya que es un tema jodido. Y los que me conocen saben que soy una persona paciente (De hecho, mi carrera de Maestra Jardinera, da prueba de que tengo que tener paciencia en grandes dosis). Me encanta saber que estoy ayudando en algo pequeño a las personas. Pero hay cada caso, que no sabés si reir o cortar (?).

En fin. Un aporte más, para el servicio a la comunidad. (?)