Mujeres... Feliz cada día de la vida.

Las mujeres somos así. Como matrioskas. Somos varias mujeres pero adentro de una misma. Y así es que podemos ser hijas, hermanas, amigas, novias, esposas, compañeras, madres, abuelas... y todas a la vez y sin que alguna ahogue o anule a la otra.

Somos hijas mientras copiamos a nuestras madres y aprendemos a ser mujeres. Somos amigas, novias y amantes, esposas devotas y madres incondicionales. Cuando nos convertimos en abuelas, somos dos veces madres, por lo tanto todo lo que somos y todo lo que nos pasa, se multiplica por dos. Y cuando elegimos a un hombre, lo amamos con nuestra vida misma, aún cuando no recibamos lo mismo.

Se dice que las mujeres somos especiales porque traemos hijos al mundo. Pero lo nuestro va mucho más allá del dar la vida, porque además inculcamos en nuestros hijos respeto por si mismos para que no permitan que alguien los menosprecie o los lastime, los ayudamos a desarrollar fortaleza para afrontar los obstáculos, nobleza para perdonar, humildad para reconocer los errores, constancia para levantarse después de cada caída y convicción para luchar por lo que creen. Y nos esforzamos con todas las fuerzas para que nuestros hijos sean versiones mejoradas de nosotras mismas.

Este es un día simbólico, porque 'mujeres' somos cada día del año, cada día de nuestras vidas.

Abrazá a la mujer que tengas al lado, la que ama, la que espera que la amen, la que está feliz, la que está triste, la que está rodeada de gente, la que está sola, la que protege a todos, la que necesita protección, la que es maltratada, la que es amenazada, atropellada, violada, lastimada, abusada, quemada. Dale un abrazo grande y ayudala a ver que puede salir de ese infierno, que puede escaparse de la violencia de género. Que vale, y mucho. Decile que lo grite con todas sus fuerzas, hasta que se lo crea.

Y vos, hijo, hermano, amigo, novio, esposo, compañero, padre, abuelo… no pienses que es una guerra de sexos.  Cuidanos, valoranos, respetanos, protegenos… Amanos. Y vas a recibir el doble de todo esto. ¿Por qué?

Porque así somos las mujeres.